Apoyan y devuelven la dignidad a niños y adolescentes de bajos recursos
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HOUSTON/EFE — Amy Weiss supo que quería dedicarse a dotar de ropa interior a estudiantes de escasos recursos en Houston (TX) cuando conoció a una niña hispana “avergonzada” porque se había orinado y no tenía cómo cambiarse para regresar a clases.
“La niña tenía la mirada clavada en el suelo, con una baja autoestima”, recordó en entrevista Amy Weiss, una rabina fundadora de Undies for Everyone, una organización no lucrativa que reparte ropa interior en nueve distritos escolares de la zona metropolitana de Houston.
Niños con edades entre los 6 y 14 años en 440 escuelas reciben las prendas, que además usan en casos de urgencias.
“Si un alumno tiene algún tipo de inconveniente y ensucia la ropa interior y no tiene una de repuesto, ese menor no regresa a retomar sus clases, se queda en enfermería por el resto del día”, lamentó Weiss.
Más del 62 por ciento de los 215.000 estudiantes del Distrito Escolar Independiente de Houston, el más grande en Texas, es hispano, según cifras del año lectivo 2014-15.
Además, el 75 por ciento de esta población estudiantil está en “desventaja económica”, según cifras oficiales.
La exalcaldesa de Houston Annise Parker destacó la misión de Undies for Everyone, al señalar que estos menores suelen usar la ropa interior que han heredado de sus hermanos mayores o no tienen suficientes prendas para toda la semana escolar.
“Nuestra misión, con la ayuda del personal de enfermería de las escuelas, es que los niños no pierdan clases y las retomen inmediatamente después de haber sufrido algún percance que los obligue a cambiarse de ropa interior”, explicó Weiss.
La organización distribuyó el año pasado 125.000 piezas, unas 44.000 para los planteles escolares, y el resto para agencias de caridad en Houston.
“Para miles de niños, comprar ropa interior nueva o lavarla en casa no es una opción”, señaló Brené Brown, profesora de la Universidad de Houston.
“Estos alumnos van a la escuela y sienten la humillación de no sentirse cómodos con lo que llevan debajo de los pantalones o las faldas”, expresó Brown.
Según Weiss, la gran mayoría de los menores a los que se les entrega la ropa interior pertenece a estratos económicos bajos cuyos padres carecen de flexibilidad para interrumpir su trabajo diario para acudir a la escuela con un cambio de ropa interior.
Señaló que en muchos casos la escuela ni siquiera logra comunicación con los padres porque muchos de ellos usan celulares previamente pagados y cambian de número constantemente.
Expresó que hay casos en que la ropa interior que usa el niño está ya sucia o deteriorada porque pasó de un hermano mayor al menor.
Por otro lado, explicó que son comunes los accidentes entre niñas de 11 a 14 años que experimentan un periodo menstrual irregular.
Undies for Everyone fue fundada en 2012, fecha en la que repartieron 12.000 unidades de ropa interior, y desde entonces el incremento ha sido sustancial.
La idea se le ocurrió a Weiss en 2008 tras invitar a los lectores de su blog a donar juguetes para niños de bajos recursos económicos durante las fiestas navideñas.
“Alguien sugirió que lo que realmente necesitaban era ropa interior y calcetines”, recordó Weiss, quien asegura que aunque el mundo “no es perfecto, hay mucho por hacer para mejorarlo”.
“Para mí, enfocarme en este proyecto cada día es lo que me hace sentir mejor como persona”, manifestó.
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