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Puerta Grande para Roca Rey en ciudad mexicana de Aguascalientes

EFE

El peruano Andrés Roca Rey cortó dos orejas y salió triunfador de la segunda corrida de la feria de San Marcos de Aguascalientes, México, en la que hubo un trofeo para Joselito Adame y silencio para Diego Silvetti.

Se colgó el cartel de no hay billetes en la primera corrida de Roca Rey y el matador andino no decepcionó al público de Aguascalientes a pesar de una faena muy pobre en ligazón y de nula quietud.

Fue con el tercero de la tarde que se selló la puerta grande para Roca Rey, un animal con la casta suficiente para mantenerse fijo en la muleta, al que toreó con pases profundos de fuera hacía adentro pero nunca resultantes de un mando absoluto sobre el burel que varias veces desarboló al torero.

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Las tandas se sucedieron sin orden, improvisando, sin cargar la suerte, pero conectaron con el público por los remates ceñidos, unos circulares previos a unas ajustadas Bernardinas, acabaron de ganarse al público para la causa del peruano.

Una estocada certera garantizó las dos orejas y la puerta grande a Roca Rey. El toro que cerró plaza fue un manso absoluto con el que no pudo hacer nada.

Fue en cambio una tarde aciaga para Adame en su tierra. Hizo malos los dos mejores toros de la tarde. El primero era un noblote repetidor y de gran movilidad con el que equivocó la estructura y los tiempos.

Con el capote anduvo fino en unas medias verónicas seguidas por un quite de Silveti, un desafío sobre seguro pues al animal embestía con mucha claridad.

A pesar de la templada embestida Adame inició su labor de muleta con estatuarios que no correspondían, dejó ir a un toro muy claro para el triunfo al que se podía lucir ligando y sólo una tanda de naturales fueron dignos de elogio.

Mató recibiendo de una estocada caída y la oreja que obtuvo provocó el enojo de parte de los presentes.

En su segundo, el toro más encastado de la tarde, Adame estuvo dubitativo, cediendo terreno de manera notoria desde el primer lance de muleta. Toreó en paralelo en ambos animales y acabó con el público en contra.

Silveti trasteó con su primero con cierto pundonor metiéndolo en la muleta con toques y logrando algún pase, su segunda faena pasó desapercibida por el poco juego del toro y mínimo riesgo del torero.

El encierro dejó toros de desigual presentación y juego. Tercero y cuarto fueron hechos y encastados, el quinto sin trapío al que el público pitó unánimemente, mientras que el noble primero y el muy manso último estaban pasados de peso.

Roca Rey volverá este domingo 28 de abril a esta Monumental de Aguascalientes con el público muy a su favor. Adame tiene otras dos oportunidades para revertir la situación.

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