¿Hay una tregua demócrata? Primero Clinton, y ahora Sanders, han moderado sus críticas
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Un diferente Bernie Sanders —o al menos un mensaje diferente de Bernie Sanders— resaltó el jueves en Scranton, Pennsylvania, al reanudar su campaña tras su derrota en las primarias de Nueva York.
En un discurso de una hora, no hubo ninguna mención sobre los discursos de Hillary Clinton pagados por Wall Street, ninguna demanda de que ella entregue esas transcripciones, ninguna burla sobre cómo, para que esos discursos valgan miles de dólares, deben ser shakesperianos en calidad.
No hubo ninguna mención de los $15 millones que sus súper PAC han recaudado de empleados de Wall Street, o los $25 millones que sus partidarios recaudaron de intereses especiales, burlas que han sido comunes en sus discursos en semanas recientes.
El senador de Vermont que apareció en Scranton llevaba 26 minutos de su discurso cuando aludió por primera vez a Clinton.
En la última mitad de su discurso, él mencionó varias áreas en las cuales él y Clinton discrepan —el salario mínimo, los acuerdos comerciales, perforación y el incremento del tope de ingresos para mejorar el financiamiento del seguro social. Pero sus comparaciones fueron solo de hechos.
“Me opuse a todos esos acuerdos comerciales. La secretaria Clinton apoyó la mayor parte de ellos; es una gran diferencia”, dijo.
Pero se quejó de lo sucedido en Nueva York, acerca del hecho de que sólo permitieron a la gente registrada como demócrata votar en la primaria de ese estado, y dijo que eso privó del derecho al voto a los independientes.
“Apenas tuvimos una primaria en el estado de Nueva York”, dijo, incitando los abucheos de sus simpatizantes. “Bien, comparto esos sentimientos, pero éste es el punto: no me importa perder, pero tres millones de personas que se registraron como independientes no tuvieron derecho de participar. Eso no es realmente democracia”.
Aún así, durante el evento, Sanders pareció considerar las sugerencias de algunos partidarios y otras personas, de bajar el tono de la batalla entre los candidatos demócratas, que se ha vuelto más candente en los últimos meses.
Clinton había hecho casi lo mismo previamente. El miércoles, en su primer acto de campaña en Pennsylvania después de los resultados de Nueva York, ella hizo sólo una leve mención sobre Sanders, acerca del tema de medidas de control de armas que ella ha apoyado y él se ha opuesto.
Por su lado el precandidato republicano Donald Trump hizo algo similar el martes por la noche, llamando por su título al senador de Texas, Ted Cruz, pero para la mañana del miércoles ya había vuelto a las andadas, llamándolo “Mentiroso Ted”.
Trump y Cruz están en una batalla feroz que probablemente no terminará hasta la convención nacional de julio en Cleveland. Hay mejores probabilidades de que Clinton asegure la nominación demócrata hacia el final de la temporada de primarias, que es lo que ha llevado a las peticiones de suavizar el tono entre los candidatos demócratas y dejar que los republicanos se ataquen entre ellos de cara a la elección general. (El equipo de Sanders cree que todavía tiene una oportunidad de lograr la nominación, pero reconoce que es muy probable que requerirían a los superdelegados que ahora apoyan a Clinton, que se cambien con Sanders).
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