Condado Orange lanza su primer centro de intercambio de agujas limpias
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Hace un año, un grupo de estudiantes de medicina de UC Irvine entendió que el condado Orange necesitaba lo que ellos consideraban un importante servicio de salud pública a la que todas las grandes ciudades de California tenían acceso: un programa de intercambio de agujas limpias.
Así que decidieron hacer algo al respecto.
Los estudiantes se organizaron con socios en la región y presentaron un plan ante el Departmento de Salud Pública de California. La agencia rechazó el plan el verano pasado, argumentando falta de apoyo de la comunidad y recursos para el programa.
Sin inmutarse, el grupo revisó el plan, encontrando un lugar más aceptable y colectando dinero para apoyar el proyecto. Y la semana pasada, su trabajo por fin rindió frutos: ellos obtuvieron la aprobación estatal para abrir el primer centro de intercambio de agujas del condado Orange.
La idea detrás del proyecto es que si el uso de drogas no puede evitarse, el reemplazar agujas nuevas por las sucias al menos significa que los drogadictos están menos expuestos a enfermedades e infecciones.
El Programa de Intercambio de Agujas del condado Orange fue inaugurado la semana pasada en el Centro Cívico de Santa Ana, en una unidad móvil detrás del ayuntamiento.
“Soy de San Francisco, donde el intercambio de agujas es muy común y ampliamente reconocido por ser un importante factor para pelear contra la porpagación del sida”, dijo Kyle Barbour, miembro fundador de ‘O.C. exchange’ y estudiante de medicina de segundo año. “Así que me sorprendió saber que el condado Orange no tenía uno. Sabemos que el intercambio de agujas es seguro, económico y efectivo”.
El plan original de albergar el intercambio en un centro LGBT en Santa Ana encontró resistencia por parte de los residentes y la policía.
“Pensamos desde un punto de vista de seguridad pública que la primera ubicación era problemática”, dijo el jefe de la policía de Santa Ana, Carlos Rojas. “Estaba en un vecindario con escuelas y una iglesia, y parecía que hubiera podido incrementar el volumen de llamdas de servicio”.
Así que el grupo trabajó con el Departamento de policía y otros gurpos comunitarios para encontrar un lugar en el que todos estuvieran de acuerdo. El Centro Cívico de Santa Ana, dijo Rojas, tiene mayor sentido.
“Está lejos de áreas residenciales”, dijo. “Ahí tenemos una gran población de gente que no tiene hogar y hay una alta concentración de gente que utiliza drogas, así que vemos que esta área está siendo de mayor beneficio no solo para la gente que estará usando el servicio, sino también del aspecto de la seguridad pública”.
Y luego los organizadores colectaron $100,000 —suficiente para mantener el centro en servicio por varios años— de diversos grupos, incluida la Fundación California Medical Assn. y la Fundación Elizabeth Taylor AIDS.
Barbour dijo que uno de los obstáculos más grandes para el intercambio ha sido el miedo.
“Ha habido 40 años de estudios sobre intercambio de agujas, y ni un solo estudio científico ha demostrado que haya algún riesgo, ya sea de seguridad o salud pública”, indicó. “Pero a pesar de ello, hay mucho temor sobre el intercambio de agujas e inyecciones entre los drogadictos.
“Ese miedo a menudo se transforma en falta de apoyo político. Nuestros clientes son usuarios de drogas inyectables y trabajadoras sexuales —poblaciones largamente marginalizadas y oprimidas—. Sus intereses en general no son escuchados, y como consecuencia, los funcionarios elegidos sienten que si apoyan esos intereses, podrían sufrir consecuencias en las casillas de votación”.
El intercambio brinda hasta 20 agujas más de las que una persona entrega, así como elementos para inyectarse con mayor seguridad como torniquetes y algodón; condones y lubricante; y una lista de recursos comunitarios de servicios como ayuda en el hogar y cuidado de salud.
Barbour espera que la apertura del programa sea una señal de un cambio más amplio.
“Sentimos que la aprobación del Programa de Intercambio de Agujas del condado Orange deja ver un avance gradual del condado hacia una era moderna”, dijo. “Para que si eres pobre, estigmatizado, de una minoría o mayoría, tengas acceso a los servicios de cuidado de salud básicos que todos se merecen”.
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