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Un Grito de Libertad: Don Quijote cabalga dentro de un reclusorio en México

Los internos más reacios y los más rebeldes del Reclusorio Oriente fueron quienes más se entregaron y mejor actuaron el domingo en la obra de teatro un Grito de Libertad, que se presentó en el foro del penal.

Cerca de las 19:00 horas más de 80 reclusos actores del penal varonil y femenil comenzaron la actuación que dio vida a las hazañas y desventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.

“La obra es un pretexto, esto es una intervención cultural y el chiste es cambiar toda la energía negativa de los actores en positiva. Se eligió representar al Quijote por los valores que representa, justicia y lealtad”, comentó el director del Reclusorio, Arturo Morell, que junto a la fundación Voz de Libertad hizo posible la obra.

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Más de 60 hombres, 20 mujeres y casi 200 personas más en producción ayudaron a que internos, familiares e invitados disfrutaran de la función que contó con escenografía, música en vivo e iluminación.

La obra comenzó con un juicio a Miguel de Cervantes Saavedra (creador del Quijote) en una cárcel. Los internos, hombres y mujeres se representaron a ellos mismos en su mundo entre rejas y paredes soñando con la libertad.

Cuando Dulcinea apareció en escena cantando “todos los hombres son iguales”, como reproche a los abusos que sufrió por parte del sexo masculino, desde las butacas los internos no le despegaban la mirada.

“Audicioné pero preferí no salir, estoy mejor aquí en la producción, aquí desde atrás donde no me ven”, relató el recluso Luis Jesús Villaverde.

Durante las más de dos horas que duró la obra y los casi seis meses de ensayo Luis pudo soñar que era un caballero leal y justo, pero sobre todo pudo probar la libertad que le dio el teatro dentro de una cárcel.

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