Columna: Su concesionario de automóviles puede estar vendiendo sus datos a su aseguradora
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David Hurwitz quedó perplejo después de recibir recientemente una noticia de su aseguradora, State Farm, de que su descuento por bajo millaje podría no ser aplicable.
Se suponía que Hurwitz, de 78 años, residente de Calabasas, conduciría menos de 5.000 millas al año para obtener el descuento. Pero State Farm le dijo en un correo electrónico que creía que realmente había viajado 5.700 millas el año pasado.
“¿Cómo lo sabría State Farm?”, preguntó Hurwitz.
La respuesta se encuentra en una oscura red de empresas que compran y venden datos sobre los hábitos de conducción de las personas.
Antes de entrar en eso, vale la pena señalar que los descuentos de bajo kilometraje son algo bueno tanto para los consumidores como para las aseguradoras. Reflejan el riesgo reducido para la aseguradora de un conductor que no maneja mucho.
Algunas aseguradoras prefieren ver por sí mismas y requieren que sus clientes coloquen un sensor en su vehículo que informe el millaje directamente a la compañía de seguros.
No hay nada de malo en eso, siempre que el propietario del automóvil decida si quiere que la tecnología de seguimiento sea instalada.
Tampoco hay nada extraño sobre la revocación de un descuento por bajo millaje si un conductor excede su cuota. Un trato es un trato.
Dicho esto, es preocupante desde el punto de vista de la privacidad, y un poco espeluznante, que varias compañías están utilizando la información sobre su manejo como generador de ganancias sin su autorización explícita (incluso si está tácitamente cubierta en la letra pequeña de cualquier contrato que haya firmado).
“Creo que la mayoría de los consumidores se sorprenderían mucho al enterarse de esto”, dijo Rosemary Shahan, presidenta de Consumers for Auto Reliability and Safety, un grupo de defensa de Sacramento.
El correo electrónico que Hurwitz recibió de State Farm no reveló la fuente de sus datos de millaje.
Sólo dice que “recibimos un aviso que muestra que el Infiniti 2015 está manejando 5.700 millas al año”.
Le pide a Hurwitz que confirme si eso es correcto. “Si no es así, ¿puede indicar cuál es su kilometraje anual junto con su lectura actual del odómetro?”
El auto de Hurwitz no tiene uno de esos sensores que informan a su aseguradora. Él cree que su distribuidor local de Infiniti, donde recibe su Q70 2015, comparte información con State Farm a sus espaldas.
“No hay otra explicación”, dijo Hurwitz.
Aileen Clarke, una portavoz de Infiniti USA, dijo que si bien el fabricante de automóviles “no comparte datos de millaje con compañías de seguros”, los concesionarios Infiniti “son negocios de propiedad y operación independientes”, y pueden cerrar sus propios acuerdos para compartir datos.
Aaron Lowe, vicepresidente sénior de asuntos gubernamentales de Auto Care Assn., un grupo comercial para talleres de automóviles y fabricantes de piezas, dijo que es común que los concesionarios vendan información de vehículos, incluidos los recuentos de lecturas de odómetro, a las aseguradoras o sus representantes.
“Hay mucha información que se comercializa”, señaló. “Es asombroso”.
State Farm le dice en línea a los titulares de pólizas que “debe proporcionar una lectura del cuentakilómetros antes de cada renovación de póliza (generalmente cada 6 meses)”.
La compañía también reconoce en línea que “puede usar una fuente de terceros para validar la lectura de su millaje ingresada”.
Sevag Sarkissian, portavoz de State Farm, declinó identificar esa fuente o describir los pasos necesarios para acceder a dicha información.
“Nuestras relaciones con los proveedores se consideran confidenciales y, por lo tanto, no podemos compartir información detallada sobre sus procesos”, manifestó.
Sea como fuere, un agente de State Farm me confió que la información sobre el millaje generalmente proviene del agente de datos LexisNexis, que ofrece a las aseguradoras un servicio llamado LexisNexis Vehicle History.
Un folleto en línea para Vehicle History dice que “proporciona un proceso de recolección y entrega de datos sólidos y simplificados que las aseguradoras pueden incorporar en sus flujos de trabajo existentes para acceder a este tipo de datos”.
Junto con el millaje anual del conductor, “un punto de datos muy solicitado”, dice LexisNexis, el historial del vehículo les permite a las aseguradoras saber sobre accidentes severos, daños mayores y menores, y “uso de alquiler”, presumiblemente relacionado con un automóvil en el taller (por un posible accidente menor que no informó).
“Depender de los consumidores para proporcionar información crítica relacionada con el vehículo puede ser riesgoso para la aseguradora”, señala el folleto.
LexisNexis Vehicle History “utiliza información de una variedad de fuentes de datos para integrar fácilmente atributos importantes relacionados con el vehículo en la ecuación de precios”.
Adam Hudson, director sénior de LexisNexis para conectar las industrias automotriz y de seguros, declinó entrar en detalles sobre cómo se logra todo esto o confirmar que State Farm es un cliente.
Sólo dijo que su compañía “trabaja con aseguradoras y terceros para proporcionar datos confiables para el mercado de seguros de automóviles”.
¿Qué terceros? Un posible sospechoso sería Carfax, que proporciona información detallada sobre vehículos a clientes que pagan.
Una portavoz manifestó que “LexisNexis no utiliza Carfax como fuente de datos”.
En cambio, los términos y condiciones de LexisNexis indican una asociación con Experian, la agencia de monitoreo de crédito, que tiene su propio servicio similar a Carfax que pone a disposición de los clientes la información del vehículo.
Un portavoz de Experian declinó decir si la compañía vende sus datos de automóviles a LexisNexis u otros corredores de datos. “Trabajamos con varias organizaciones de terceros para proporcionar información centrada en el vehículo”, declaró.
Reúna todo esto y es una apuesta bastante segura que las firmas de recolección de datos supervisan de cerca su manejo, que a su vez vende la información a las compañías de seguros.
El kilometraje de Hurwitz que se comparte con su asegurador no es el fin del mundo. Si su conducción no califica para un descuento de bajo kilometraje, que así sea.
El aspecto más revelador de todo esto es cuántas veces su información personal y la de otras personas parecen cambiar de manos sin que lo sepan.
En este caso, son sus hábitos de manejo: el concesionario aparentemente le dice a un agregador de datos como Experian o Carfax, que le avisa a un agente de datos como LexisNexis, que le comunica a State Farm y otras aseguradoras.
Podría ser tan fácil como la ropa que compra, los canales que mira o los sitios web que frecuenta.
Tenga esto en cuenta la próxima vez que salga a la carretera, especialmente si conduce un automóvil más nuevo con sensores, micrófonos y otros llamados telemáticos que lo vigilan cuando cree que está disfrutando de un tiempo a solas detrás del volante.
El ‘Gran Hermano’ no sólo está mirando.
Él está junto a usted en el asiento del pasajero.
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