Los Dodgers buscan una gran actuación de Max Scherzer en el juego de comodines

Fue un momento de frivolidad enraizado en la seriedad. Los clubes de las Grandes Ligas de Béisbol libran guerras de información para cada juego. Los datos son tratados como secretos de estado. Y ningún juego es más importante que los de eliminación.

Así que, no, Adam Wainwright, el lanzador de los Cardenales de St. Louis encargado de silenciar la ofensiva de los Dodgers en el juego de la Liga Nacional de comodines de hoy miércoles por la noche en el Dodger Stadium, no iba a responder si va a sacar algo especial contra ellos el 8 de septiembre. No iba a decir si esa salida en St. Louis, cuando los Dodgers estaban luchando por el título de la NL West y los Cardenales se veían muy lejanos de los playoffs, afectará su plan de juego o enfoque. No iba a decir nada.

“Ellos escuchan estas cosas”, dijo Wainwright el martes con una sonrisa. “Solo voy a lanzar bolas rápidas por el centro”.

A los Dodgers les gustaría que eso ocurriera. Unos cuantos errores de Wainwright, de 40 años, les ayudarían a evitar que su temporada termine en unas horas, haciendo que su exitosa temporada regular sea discutible. Los Dodgers ganaron 106 de sus 162 partidos, igualando un récord de la franquicia. Pero aun así no ganaron el Oeste de la NL por primera vez desde 2012, lo que los relegó a un escenario de “ganar o irse a casa”.

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“No tenemos por qué llorar”, dijo Max Scherzer, el abridor de los Dodgers el miércoles. “Estamos en el segundo lugar. Estamos en el juego de comodines”.

Scherzer, el as contratado por los Dodgers, comenzará frente al resurgido Wainwright, un Cardenal de toda la vida que produjo un promedio de 3.05 carreras en 32 salidas en su 16ª temporada con el club.

Los Dodgers adquirieron a Scherzer de los Nacionales de Washington solo porque Trevor Bauer fue acusado de agresión sexual y puesto en licencia administrativa pagada. El presidente de operaciones de béisbol de los Dodgers, Andrew Friedman, examinó su club y su panorama, por lo cual decidió que su equipo necesitaba un abridor de primera línea para repetir como campeones de la Serie Mundial. La incorporación de Trea Turner, quizá el mejor jugador de posición de los Dodgers al entrar en la postemporada convirtió el intercambio en un robo a mitad de temporada.

Scherzer, de 37 años, fue el mejor lanzador de las mayores en sus primeras nueve salidas como Dodger. En un momento dado, estuvo 38 entradas sin ceder una carrera. Se puso al frente del recorrido por el Premio Cy Young de la Liga Nacional. Pero sus dos últimos turnos - contra los Rockies de Colorado y los Padres de San Diego - fueron muy malos. El diestro cedió cinco carreras en cada una de las salidas y 10 en 10 1/3 entradas, aumentando su ERA de temporada de 2.08 a 2.46.

“No pude ser preciso con mis lanzamientos”, dijo Scherzer.

A pesar de esos problemas, los Dodgers no se desviaron de su plan de hacer que Scherzer iniciara el Juego 163 de desempate por el título de la división contra los Gigantes de San Francisco del lunes o el juego de comodín del miércoles.

La división no se decidía hasta el domingo, por lo que Scherzer no podía centrar su atención en el miércoles hasta después de que los Gigantes vencieran a los Padres de San Diego para reclamar la corona. Dijo que lanzó desde un montículo el lunes “para mantener mi sensación” antes de asistir a la victoria de los Chargers sobre los Raiders de Las Vegas en el Estadio SoFi.

Será la segunda salida de Scherzer en un juego de comodín en tres temporadas; cedió tres carreras en cinco entradas para los Nacionales contra los Cerveceros de Milwaukee en 2019. Los Nacionales pasaron a ganar la Serie Mundial, derribando a los Dodgers en la Serie de División de la NL en cinco juegos.

“Siempre estás en ascuas en esas situaciones”, dijo Scherzer. “Y solo tienes que mantenerte tranquilo, frío y calmado, salir y ejecutar, salir y simplemente lanzar lo mejor posible”.

Dodgers pitcher Max Scherzer exults in the dugout after completing eight shutout innings on one hit against the San Diego Padres at Dodger Stadium on Sept. 12.

(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Detrás de Scherzer, el gerente de los Dodgers, Dave Roberts, dijo que Julio Urías será una opción fuera del bullpen. Urías, ganador de 20 juegos esta temporada, lanzó por última vez el sábado. Walker Buehler no estará en la lista de los Dodgers para una aparición como relevista, según Roberts. El club lo guardará para un posible Juego 1 de la NLDS contra los Gigantes el viernes.

Por otro lado, el gerente de los Cardenales, Mike Shildt, dijo que Jack Flaherty, limitado a 78 1/3 entradas esta temporada debido a lesiones en el hombro y el oblicuo, estará disponible como relevista. Flaherty, un producto de Studio City Harvard-Westlake High, ha lanzado en tres juegos desde que salió de la lista de lesionados el 24 de septiembre. Después de ceder dos carreras en un tercio de entrada tras su regreso, lanzó dos salidas de relevo de una entrada sin anotaciones.

“Confiamos en que se siente bien”, manifestó Shildt. “Eso es importante. En cuanto a cómo va a ser utilizado, será en el bullpen y será variable”.

Los lanzadores de los Cardenales, colectivamente un grupo de lanzadores muy fuertes y que cuenta con la mejor defensa en las mayores, se enfrentará a una alineación que sufrió un golpe importante cuando Max Muncy se lesionó el codo izquierdo en el final de la temporada del domingo contra los Cerveceros.

Muncy dijo que se dislocó el codo en una jugada en la primera base. Muncy señaló que los exámenes mostraron daños en los ligamentos, pero no es necesaria una cirugía. Aunque los Dodgers mantienen la esperanza de que pueda volver más adelante en la postemporada, las posibilidades son escasas.

“Es la piedra angular de nuestra ofensiva”, dijo el tercera base de los Dodgers, Justin Turner. “La calidad del bateo ciertamente la vamos a extrañar, pero todavía tenemos una alineación bastante dinámica y creo que la mejor manera de ver la situación es como una oportunidad para que alguien más dé un paso adelante y destaque”.

Sin él, los Dodgers tienen a Cody Bellinger, Matt Beaty y Albert Pujols como opciones para la primera base. Roberts dijo que el equipo está considerando a los tres jugadores, pero indicó que la defensa añadida de Bellinger en el jardín central es valiosa para Scherzer, quien se califica como un lanzador de bolas voladoras. Iniciar a Bellinger en el campo central probablemente dejaría a AJ Pollock o Chris Taylor en el campo izquierdo y a Gavin Lux, quien hizo la transición del infield al outfield el mes pasado, en la banca en el inicio del partido.

“Gavin ha hecho muchas cosas buenas en cuanto a la versatilidad, [específicamente] la ofensiva”, expresó Roberts. “La verdad es que no ha jugado mucho en el outfield”.

Beaty le daría a los Dodgers otro bateador zurdo para reemplazar a Muncy. Pujols es un bateador derecho que los Dodgers han desplegado casi exclusivamente contra zurdos, pero el veterano comenzó contra Wainwright el mes pasado en St. Louis y se fue 0 de 3.

Wainwright lanzó hasta la novena entrada esa noche en el Busch Stadium, desconcertando a los Dodgers con su comando de lanzamiento a contacto suave antes de que finalmente fuera expulsado. Dos días antes, Scherzer mantuvo a los Cardenales a una carrera sin anotar y ponchó a 13 en ocho entradas.

Si cualquiera de los dos veteranos repite su actuación, es probable que su equipo siga vivo para ver otro día. Lo que está en juego no puede ser mayor. Es ganar o irse a casa, y cada detalle, cada ventaja importa.

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