Reporte: 13 señales que advierten colesterol alto y lo que debe hacer para atacarlo

LOS ÁNGELES —  La gente escucha tarde o temprano que el colesterol alto es malo, pero no es una de sus principales preocupaciones porque no lo ven como una afección mortal, dicen expertos.

No obstante, el colesterol en sí tienes funciones muy importantes, como la intervención en la formación de ácidos biliares y la responsabilidad de la digestión de las grasas; asimismo, se encarga de formar determinadas hormonas sexuales y tiroideas.

Ya que el colesterol juega un papel crucial en varios órganos, de elevarse este podría convertirse en un asesino silencioso, ya que se puede tener durante muchos años y no necesariamente debe mostrar síntomas, sostiene Paraveen Vora, doctora St. Joseph Hoag Health, una organización de salud sin fines de lucro.

El colesterol alto puede producir graves problemas a nivel hepático, pero sobre todo en aquello relacionado con el sistema cardiovascular.

“Por ese motivo, es importante obtener un diagnóstico para saber si debemos atacarlo lo antes posible. Esto incluye análisis de sangre”, dice Vora.

Por ahora, los expertos relacionan la recurrencia de ciertos síntomas con el desarrollo de colesterol alto como:

1. Gases
2. Mal olor de boca y boca seca
3. Migraña
4. Náuseas y mareos
5. Pesadez estomacal
6. Pérdida del equilibrio
7. Urticaria
8. Dolor en la zona hepática y vesicular
9. Nuevas intolerancias a ciertos alimentos
10. Agitación estomacal al ejercitarse
11. Sueño después de realizar una comida
12. Tendencia al estreñimiento
13. Inflamación y sensación de entumecimiento de las extremidades

“Si resulta con el colesterol elevado, el doctor puede darle medicamento y recomendarle una alteración a su dieta”, dice la especialista.

“Usualmente los consumidores se van directo a la compra de productos procesados, fachadas coloridas y marcas de renombre, pensando que es comida saludable cuando en realidad no tienen ningún beneficio”, sostiene Vora.

Todas estas comidas ayudan a elevar el colesterol, incluida la carne roja en exceso, la manteca, la mayonesa y la mantequilla, la yema de huevo, la harina, los embutidos y la comida rápida.