Estudiantes de minorías preocupados por el racismo desbordado de Trump

LOS ÁNGELES —  Los estudiantes de minorías étnicas manifiestan preocupación ante lo que pueda pasar en las elecciones estadounidenses, señaló una encuesta realizada por Southern Poverty Law Center (SPLC) entre 2,000 profesores que imparten clases desde el Kindergarden hasta el grado 12.

SPLC, con sede en el estado de Alabama, detalló que 40% de los maestros se manifiestan reacios a enseñar acerca del civismo y democracia debido al clima negativo de la actual campaña; asimismo, el 67% de los profesores indican que sus alumnos están preocupados por el desenlace de los comicios.

Ese temor, afirman que se expresa principalmente entre estudiantes inmigrantes, hijos de inmigrantes, musulmanes y afroamericanos. De igual manera, en alrededor de 5,000 comentarios vertidos, los profesores mencionaron el nombre de Donald Trump en cerca de 1,000.

Randy Jurado Ertll, profesor de un centro educativo del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, asegura que el precandidato republicano “está generando odio especialmente entre los estudiantes que tienen padres inmigrantes y miedo a que vayan a ser deportados”.

Trump ha atacado reiteradamente a latinos y musulmanes, mensajes que a juicio de la sicoterapeuta Elisa Jiménez están haciendo mella entre los jóvenes de ambas comunidades. En principio, explica la experta que se genera ansiedad y depresión entre los que son de segunda generación.

“Tienen una preocupación lógica por la desintegración familiar”, subrayó la especialista.

La sicóloga agrega que el ambiente que se está respirando es peligroso, porque a su juicio el magnate neoyorquino está moviendo la parte primitiva de la comunidad. En ese sentido, considera que si la gente se vuelve fuera de control el siguiente paso es el incremento de la violencia.

“Esto no es nada de lo que va a manifestarse más adelante, cuando el grupo se pone violento alguien tiene que morir”, advirtió Jiménez, directora ejecutiva de California Mental Health Connection.

Lo que está pasando es algo que le afecta directamente a Blanca Pérez. Esta inmigrante mexicana llegó al Sur de California en el 2005. Cada día sale a vender paletas en la calle, con lo que genera el sustento para su hijo de seis años y que en la actualidad estudia el Kindergarden.

Al preguntarle qué opina sobre Trump, la mujer de 37 años se pone a pensar en su hijo. Aunque no ha seguido de cerca las últimas noticias, tiene claro el mensaje que el precandidato republicano ha estado repitiendo, por lo que no duda en calificarlo de “loco” y “malo”.

“Quiere sacar a todos los que no tenemos papeles”, afirma la oaxaqueña.

“Está loco, es un hombre malo. Si lo tuviera en frente le metería un par de fregadazos”, añadió.

Las preocupaciones y reacciones de la gente es el resultado del discurso racista que está permeando la conciencia y estabilidad emocional de las personas, sostiene Octavio Pescador, investigador y profesor del Instituto Paulo Freire de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El académico asegura que para transmitir tranquilidad es necesario explicarle a la comunidad que se trata únicamente de un discurso electoral; en ese caso, considera que los políticos demócratas latinos y musulmanes, así como los defensores de los inmigrantes deberían ser más proactivos.

“Se ha visto una reacción muy limitada y débil, deberían darle confianza a la comunidad y decirle que en el peor escenarios los cambios que ese precandidato quiere hacer se tendrán que pelear a nivel judicial, como le ha sucedido al presidente Obama con los alivios migratorios”, valoró Pescador.

Entretanto, el investigador es de la idea que cualquier tipo de ataque sea denunciado como crimen de odio, para dejar al descubierto a los seguidores del aspirante republicano y deslegitimar los mensajes y manifestaciones de tinte racial que desde ese partido se han estado repitiendo.

“El daño a largo plazo se le está haciendo a los niños de la siguiente generación, porque al escuchar los mensajes anti-inmigrantes se sienten repudiados y expulsados”, concluyó el académico.